El aperitivo tiene
algo de mágico y encantador. A quién no le gustan las picadas, botanas o las
tapas (según el país donde se encuentre) y una buena copa de vino o un trago
más elaborado en una tardecita de verano. En pareja, solos o con amigos, el
aperitivo te permite saborear distintas opciones y muchas veces saltar la cena.
La “hora del aperitivo” es esa entre la salida del trabajo y la cena, cuando
tenés hambre de “picar algo” y compartir un relajante trago con alguien. En
Italia o España, por ejemplo es un clásico después de la oficina y las barras
de los bares y cafés se llenan de bocadillos salados que se pueden comer
libremente comprando, eso sí, una copa de bebida alcohólica. Ellos prefieren el
vino, el apperol spritz o el campari. Los tres me encantan y combinan
perfectamente con un montón de bocaditos. Acá en Argentina si bien no tenemos
esa cultura del aperitivo tan incorporada, sí tenemos nuestra famosa y no menos
formidable “picada” y la solemos hacer antes de la cena. También, después de la
oficina, solemos aprovechar de la “hora feliz” de algunos pubs en donde se
comparte únicamente algún trago con compañeros y amigos. Pero no, eso de “cerveza
con maníes y palitos” no. La hora del aperitivo es definitivamente mejor y como
la hacen en Europa, donde siempre acompañan el trago con algo solido que abra
el apetito para la cena. Ir a “tomar el aperitivo” o “salir de tapas” es mucho
más que sólo beber y comer, es un encuentro social en donde compartís la barra
y a veces también la vereda y parte de la calle con más de un desconocido entre
risas, miradas y complicidades.
Les voy a dar un par de ideas de lo que podrían servir en un “verdadero aperitivo europeo” y un par de consejitos más.
PARA BEBER:
De beber, como les
decía, depende un poco de los gustos. Las variantes van desde aperitivos como el
Gancia con limón, el Campari con jugo de naranja, el Apperol spritz con un algún
espumante seco y soda o con agua tónica y limón como me gusta a mí. También
puede ser un buen vino tinto o uno rosado bien frio e incluso una rica cerveza
bien helada. Por último, aunque a mi gusto no combinan tanto con los bocadillos
salados, se pueden hacer tragos largos tipo mojitos, margaritas o daikiris de
sabores sofisticados. Todo se acepta.
Ahora, si quieren quedar
como los reyes del aperitivo y darle un toque especial a su copa, les enseño
cómo hacer que el hielo se vea transparente y no blanco y lleno de burbujas de
aire como siempre suele ser…
HIELO TRANSPARENTE
Facilísimo. Primero, seria ideal que uses agua
filtrada o mineral de botella (no destilada) para que sea desde el inicio más
clara y limpia. El motivo por el que el hielo es blancuzco y opaco es por las
impurezas y los minerales que contiene el agua y el por las burbujas de aire
que se acumulan en su interior.
Procedimiento: tenemos que hervir el agua de los
cubitos dos veces, es decir, hacemos que hierva y la dejamos enfriar, y a
continuación la volvemos a hervir. Como recomendacion, hay que hervir siempre
maas cantidad de la necesaria considerando que una parte se va a perder por
evaporacion con el hervor. De esta forma eliminamos el aire contenido en el
agua y hacemos que se disuelvan los minerales. Volcamos el agua en caliente en
la cubetera para evitar las bubujas de aire y listo, nuestro hielo parece de
cristal!
Al hielo, para darle
incluso otro toque más divertido pueden hacerlo con formas o incluso agregarle
hojitas de menta en cada cubito cuando lo están preparando. Se venden cubeteras
con formas de calaveras, de barcos, de pistolas, o de esferas que hacen que el
trago se vea más sofisticado todavía.
Bocados salados para acompañar:
Acá podemos dejar
volar la imaginación y adecuarnos a los gustos locales. Pinchos, tapas,
bruschettas, tabla de fiambres, son algunos de los nombres que le damos a estas
delicias.
La característica
principal que tienen que tener es que deben ser comestibles enteros o en uno o
máximo dos bocados. No se cortan con cubiertos, cada uno toma un platito y
elige algunos bocados que muchas veces se consumen de pie al costado de una
barra.
Algunos ejemplos de bocaditos salados ideales para el
aperitivo:
Cuadrados de
tortilla española.
Rodajas de pan con
jamón serrano y pimiento rojo en aceite.
Croquetas de papa o
jamón.
Cuadrados de pizzas.
Pinchos caprese de
mozzarela y tomates cherries.
Pañuelitos de
hojaldre rellenos de pollo, atún o verduras.
Masitas de queso.
Patatas bravas.
Canapes de diversos
gustos.
Pancitos con tomate
y anchoas.
Palitos tipo
grisines envueltos en jamón serrano, cocido o queso.
Hay miles de
opciones, lo importante, como ya dije, es que sea de fácil comer. No que tengan
que prepáraselo ni cortarlo. Las tablas de quesos y fiambres son buenas cuando
hay pocas personas alrededor de una mesa pero este caso es más masivo.
Espero que te animes
a probar la hora del aperitivo en tu casa con tus amigos! Les va a encantar!